Durante mucho tiempo me sentí perdida.
Como si algo dentro de mí se hubiese apagado y no supiera cómo volver a encenderlo.
Buscaba respuestas fuera. Leía, me formaba, cambiaba de rumbo… pero nada me terminaba de encajar.
Y cuanto más lo intentaba, más lejos me sentía de mí misma. De mi voz. De mi esencia.
No fue hasta que paré —de verdad— que algo empezó a cambiar.
Me escuché. Me pregunté qué necesitaba. Qué me hacía bien. Qué ya no quería más.
Y poco a poco, con pasos torpes pero firmes, empecé a reconstruirme.
A reconocer mis fortalezas.
A priorizarme sin culpa.
A celebrar cada pequeño logro.
A sostenerme en las curvas.
Y desde ahí —desde ese proceso tan humano y real— nace este nuevo proyecto.
Un espacio de acompañamiento para mujeres que, como yo, están atravesando una transición vital.
Que sienten que han cumplido con lo esperado… pero que se preguntan:
¿Y ahora qué?
¿Dónde quedé yo en todo esto?
Mi propuesta no es una fórmula mágica.
Es un viaje de regreso a ti.
Con claridad, con propósito, con luz.
Y sí, con tus fortalezas como brújula.
Bienvenida.
Aquí empieza algo importante.
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