
Has paso el verano con los pies al aire, caminando descalza por la playa, sintiendo la hierba bajo tus pies…
¡La libertad en chanclas!
Y claro, ponerse zapatos cerrados después es una tortura.
El pie aprieta, el roce molesta, echas de menos el aire entre los dedos.
¿Y sabes qué? Así se siente septiembre para muchas de nosotras.
Has pasado semanas sintiéndote más ligera, sin tantas prisas, con el cuerpo y la mente respirando… y miras el calendario y ahí está… ha llegado sin avisar: SEPTIEMBRE.
Y de repente… vuelve la rutina. Vuelven los horarios, las listas infinitas y esa sensación de “¿y ahora cómo encajo yo aquí?”.
El vacío de septiembre
Ese hueco que notas dentro no es pereza ni desgana. Es simplemente que tu interior aún no se ha puesto los zapatos.
Te has relajado y has soltado rutinas, o las has tomado con más ligereza. Has disfrutado un poco más de ti, una siesta por aquí, un helado, un paseo… y de alguna manera te das cuenta que vivir con menos presión te sienta bien. Y claro, ahora pretender entrar de golpe en la rigidez del calendario y las rutinas de siempre, duele… como una ampolla en el pie.
En este punto si no vuelves a ti antes de volver a la rutina… te pasarás septiembre (y lo que queda de año) en piloto automático.
Necesitas un proceso de descompresión, igual que cuando buceas profundo necesitas tomarte tu tiempo para subir a la superficie y cambiar el medio donde respirar.
Esta transición te ayudará a gestionar mejor la energía que has acumulado durante el verano para que no se agote la primera semana en la “vuelta al cole”. Y que la ilusión de “un nuevo comienzo” sea real y efectiva.
Volver a ti antes de volver a la rutina
La solución no es hacer más ni exigirte más.
Es volver a ti. Reconectar con tus fortalezas, con lo que te da claridad y te sostiene de verdad.
Porque cuando lo haces, septiembre deja de ser el zapato que aprieta… y se convierte en el impulso que te hace caminar con ligereza.
Este septiembre puede ser distinto si eliges volver a ti. Empieza por darte permiso de volver a ti.
Por eso he creado un reto exprés y gratuito para ti. Te enseñaré cómo dar el primer paso y descubrir una fortaleza que quizá habías olvidado. Será breve, práctico y lleno de inspiración. ¿Te apuntas?
Solo tienes que unirte a la comunidad Surfea tu vida en WhatsApp y haremos el reto juntas desde allí.
