Un viaje real hacia dentro cuando lo de fuera ya no basta.
Hay días en los que el cuerpo se pone en marcha… pero el alma se queda atrás.
La cabeza va a mil.
La lista de tareas no se acaba.
Hacer, hacer, hacer…
Y al final del día, la sensación es siempre la misma: he hecho mucho, pero no he avanzado nada.
Como si caminaras con los pies hundidos en barro. Como si cada paso pesará mucho, y el siguiente más.
A finales de 2023, yo vivía exactamente así. Trabajaba sin parar. Cuando no estaba impartiendo formaciones, estaba en talleres, cursos, mentorías, tratando de hacer crecer mi negocio. Buscaba fórmulas. Buscaba resultados. Y buscaba en otras personas la guía, el camino, la clave para avanzar.
Pensaba que la solución para salir de ese atolladero en el que me encontraba era esforzarme al máximo. Y me lo creía: Que cuanto más trabajara, mejor. Que si le ponía más horas, más energía, más esfuerzo… las cosas funcionarían. Pero no. Cuanto más hacía, más me perdía. Me sentía agotada, física y mentalmente. Siempre preocupada. Y lo más duro: desconectada de mí.
Fue entonces, en noviembre de 2023, cuando me apunté a otro curso más: esta vez, sobre planificación. Pero no un curso cualquiera… «Planifica y vencerás» ¡justo lo que yo necesitaba!. Pensaba que aprender a organizar mejor el año siguiente me haría sentir mejor, que volvería a tener el control. Pero no fue así. Porque en uno de los ejercicios del taller algo dentro de mí se quebró.
Me pidieron que evaluara mi situación. Que repensara mi energía, mi propósito, mis ganas. Y me quedé en blanco. Y no solo eso, sino, que al acabar el taller fui incapaz de dar un paso más, de tomar acción, de decidir cómo planificar mi año profesional y personal…entre en una «parálisis por análisis» de manual de libro.
Por primera vez en mucho tiempo paré y me escuché.
Y lo que escuché fue un “no quiero seguir así”.
Y me di cuenta que el negocio que había construido con tanto esfuerzo… ya no me representaba. No me ilusionaba. Ya no estaba en sintonía con mi yo. No era yo.
“No por falta de ideas, sino por falta de sentido.”
Pasé semanas removida, triste, agotada. No por falta de ideas, sino por falta de sentido. Había dado tanto, para crear mi negocio, para cumplir con mis responsabilidades familiares, sociales, siempre hacia fuera… que me había abandonado por dentro.
Y entonces, en una sesión de mentoría, me dijeron:
“Tienes demasiado ruido en la cabeza. Necesitas parar.
Deja espacios. Vacíos. Silencios.
Que el silencio te hable.”
Y me propusieron algo tan simple como potente: Diez minutos de silencio al día.
Solo eso.
Sin hacer.
Sin pensar.
Solo estar.
Al principio me costó. Empecé intentando meditaciones cortas de 10 minutos… Una eternidad… Recuerdo que era incapaz de mantener la concentración, mis pensamientos volaban de aquí para allá y era imposible estar en silencio… y después de varias semanas, por fin, aprendí a soltar esos pensamientos y generar pequeños silencios. Y en esos pequeños silencios, algo empezó a moverse.
Volví a escucharme.
Volví a sentir lo que necesitaba.
Volví —muy poco a poco— a mí.
Ese fue el inicio de mi transformación, lo que supuso un 2024 de «revolcón emocional«, todo empezó a fallar: mi confianza en mi misma, mi negocio, algunas amistades… ¿Mercurio retrógrado? Quizás. O quizás también el hecho de empezar a tomar ese tiempo para mi, para parar, escucharme, pensar, escribir y verme removió todo lo demás. Pero toda esa incomodidad también supuso un impulso, un salto adelante… ya que de todo este proceso nació de (re)Conecta Contigo.
Y es que a partir de mi vivencia, y gracias a la mentoría y acompañamiento de Nayla Norryh, creé este programa para mujeres que como yo se habían perdido entre lo urgente y lo importante, y se habían desconectado de ellas mismas.
Y es que (re)Conecta Contigo no está planteado como un curso más. Sino como un camino de regreso, como una reconexión.
Hoy acompaño a mujeres en ese regreso.
A su cuerpo.
A su energía.
A su propósito.
A su voz.
Porque volver a ti no es un lujo, es una necesidad vital, es amarte sin condiciones, es recordar que estás viva. Y que tu vida te pertenece.
💛 Si te reconoces en estas palabras, si sientes que todo avanza menos tú, que lo das todo y sigues sin encontrarte… te invito a parar. A respirar. A darte ese espacio.
Te ofrezco una sesión gratuita de exploración: 30 minutos donde crearemos un lugar seguro para que podamos hablar, sin presión, sin juicio. Solo tú, yo… y el deseo profundo de volver a ti.
👉 Reserva tu sesión gratuita aquí: https://judithmellado.com/contacto/
Nos merecemos una vida con sentido.
Nos merecemos volver a casa.