No eres Superwoman. Aunque durante años lo hayas intentado creer, no tienes ese superpoder.
Habrás hecho malabares para encontrar un equilibrio entre trabajo, familia, casa, pareja y vida personal… mientras te decías yo puedo con todo… claro que si… pero… ¿a qué precio?
Por que en ese proceso de ser super mujer, super mamá, super trabajadora, super cuarentona poderosa… a cuánto asciende el importe de tu factura personal. Has demostrado que puedes con todo, a costa de ti.
Has demostrado que puedes con todo, a costa de ti.
Y lo peor es cómo te hablas el “tengo que poder con todo”, “yo sola”, “sin pedir ayuda porque eso significará que he fracasado” … eso amiga no es un superpoder, es agotamiento con purpurina.
Y aquí viene la primera verdad incomoda de hoy, la fuerza no es aguantar, la fuerza es sostener. Porque no te van a dar ninguna medalla por sobrellevarlo todo tú, pero si puedes empezar a repartir responsabilidad y ayudar a sostener el día a día en comunidad.
La segunda verdad incómoda es que puedes soltar, y no pasa nada. Soltar no es rendirse es elegir, donde quieres poner tu energía y donde no. Y en ese intercambio de energía crear una red que te acompañe. Por ejemplo, puedes soltar logística familiar, que no significa descuidar tareas, sino compartir cuidados y fomentar la responsabilidad de todos los miembros de la unidad familiar, a que suena bien…

Y puestas a soltar, suelta mandatos de género y empieza a priorizarte, es una cuestión de honestidad y de equidad, de ti para ti. Dedícate el mismo tiempo, amor y cuidados que dedicas a los demás. Sin culpa y con disfrute. Y no desde el “tengo que cuidarme” sino desde “elijo cuidarme”.
No eres Superwoman. Eres humana.
Y cuando eliges soltar y acompañarte, eres imparable.
Por eso esta semana he abierto agenda para conocerte mejor. Quiero escucharte, darte un espacio seguro y ayudarte a soltar esa capa de superheroína que pesa tanto.
Quiero darte ese espacio para compartir que me habría gustado tener a mi cuando empecé a cuestionarme si realmente el resto de mi vida tenía que ser así o podía cambiar las reglas del juego y hacerlas a mi medida.
Agenda aquí tu llamada gratuita de 30 minutos. Es tiempo para ti, sin juicios y con todo el cuidado que mereces.
