¿Por qué esperar a tenerlo todo claro nos bloquea?
¿Cuántas veces has pensado en empezar un nuevo proyecto y al final se ha quedado en agua de borrajas? Porque claro, era algo nuevo y diferente, no tenias todas las respuestas, fue una idea loca que se te ocurrió un día que saliste a caminar… y además necitas tener un plan perfecto, que todo encaje para atreverte a dar el primer paso…
Porque hay una vocecita que te dice: ¿Y si me equivoco? ¿Y si no es el momento? ¿Y si los demás no lo entienden?
Y mientras tanto, los días pasan. El calendario avanza. Las hojas de los árboles caen y la sensación de vacío crece…
Hay una creencia muy instalada en nosotras: que debemos tener todo claro antes de empezar.
Pero la claridad no llega desde el sofá, ni desde las listas interminables en tu cabeza.
La claridad llega cuando haces. «Literal» (te dirían tus hijas/os/es). Cuando escribes ese primer párrafo. Cuando levantas el teléfono y pides ayuda. Cuando reservas un espacio solo para ti y pruebas una herramienta nueva.
Porque te recuerdo amiga que el movimiento se demuestra andando, y es en el movimiento donde aparece la dirección y es en la acción donde tu brújula empieza a girar.
El poder del primer paso
Así que olvídate del plan perfecto, del momento ideal y de la conjunción de los astros para empezar. No necesitas correr un maratón la primera vez que te calzas unas zapatillas. No necesitas cambiar tu vida de la noche a la mañana.
Solo necesitas un primer paso.
Ese paso puede ser pequeño, imperfecto e invisible para los demás, sin embargo, para ti será gigante. Porque en ese instante estás diciéndote: me priorizo, me escucho, me atrevo.
Y cada paso que das en esa dirección abre un poco más de claridad. La confianza no nace de pensarlo todo. La confianza nace de probar, de equivocarte, de levantarte y de seguir.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar, lo escribió Antonio Machado y lo canto Joan Manuel Serrat… ¿y conoces una verdad más grande?
La brújula está en ti
Si hoy te sientes perdida porque estas atravesando la noche oscura del alma, la crisis de los 40, o la crisis vital de turno… quiero que recuerdes esto: No es que te falte algo, es que has olvidado mirar dentro. Tus fortalezas, tus logros, tu historia… ya son la brújula que necesitas.
Cuando empiezas a caminar con ellas, la claridad se ilumina y la confianza aparece. ¿Probamos?
Da tu primer paso ahora
Si resuenas con estas palabras y sientes que ha llegado tu momento, quiero invitarte a mi curso Brújula Interior.
Un espacio donde aprenderás a parar, mirarte con amor y descubrir tus fortalezas para recuperar la claridad y la confianza que hoy te faltan.
Porque no necesitas tener todas las respuestas.
Solo necesitas empezar.